Una gran cantidad de medios de prensa internacionales comentan el primer aniversario del gobierno de Raúl Castro. Los hay para bien y para mal y algunos otros expresan lo que en el argot periodístico le llaman el balance informativo. En fin como quiera que sea, y mientras siguen hablando lo cierto es que Cuba continua en su batalla de mejorar en lo económico como en lo social.
Sin embargo, el 2008 fue un año que pudiéramos catalogarlo de cruel climatológicamente, a causa de los huracanes que arrasaron las cosechas, destruyeron cientos de miles de casas y las redes del tendido eléctrico, ocasionando pérdidas millonarias.
Como ya es usual, por la excelente coordinación de la Defensa Civil, se preservaron las vidas de todos aquellos que por una razón u otra pudieran correr peligro, ya bien sea, por zonas que se inundan o porque sus casas tuvieran peligro de ser derribadas por los vientos huracanados.
Además, casi de inmediato que estos eventos meteorológicos pasaban llegaron a las zonas del desastre los camiones con tejas para techar y alimentos para los damnificados. E incluso, los artistas de diversas manifestaciones se unieron en una brigada que recorrió todos los rincones para brindarles apoyo emocional con su arte e incluso con trabajo constructivo. Una muestra de ese rasgo de la personalidad del cubano en ayudar a sus semejantes.
Por supuesto no todo ha podido ser reparado con prontitud, así sucede en el tema de la vivienda, donde sólo se han podido remediar una quinta parte de los daños, sin embargo el sistema eléctrico nacional esta otra vez en pie y el abastecimiento de comida se estabilizó gradualmente. La insuficiencia de alimentos que siguió al paso de los ciclones y los altos precios que estos alcanzaron, se regularizaron después de que el gobierno aplicara topes al precio de las producciones agrícolas que venden los campesinos.
A pesar de las adversidades algunos otras cuestiones han ido en avance, como el reparto de tierras ociosas a quienes solicitaran cosecharla, como también la nueva ley de jubilación que eleva la edad para retirarse pero tiene otras ventajas monetarias para los ciudadanos. A la vez se abrió el mercado de productos que estaban restringidas sus ventas como teléfonos celulares, PC, y otros más.
Y en cuanto a lo que tanto han hablado por el exterior acerca de los derechos humanos en la Isla caribeña, recientemente Cuba rindió un informe ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en un ambiente diferente, y de diálogo constructivo, donde hubo reconocimiento de la solidaridad practicada por la Isla con el envío de médicos y educadores a otras naciones.
No obstante hubo algunos señalamientos aceptables de estudiarse pues el gobierno del país no es ajeno a escuchar consejos dichos realmente con buenas intenciones, porque a fin de cuentas, como todos los derechos humanos son perfectibles en cualquier lugar del mundo.
Y en este marco volvió a salir lo que ya es universalmente reconocido que el bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba es el principal obstáculo para avanzar en diversos rublos y al disfrute de los derechos humanos de todo el pueblo cubano.
Precisamente en estos instantes recorre las noticias internacionales las declaraciones del senador republicano e integrante del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, Richard Lugar, quien aseguró en una carta y un informe sobre Cuba que, “si bien las sanciones económicas pueden ser una herramienta “legítima” de la política exterior de EEUU, en el caso de la isla éstas han fracasado”.
El congresista instó a revisar el embargo y anular medidas como las restricciones de viaje y de envío de remesas que impuso el Gobierno del ex Presidente W. Bush.
Así van las cosas por acá.
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