En un programa radial de Miami dos prestigiosos periodistas, de origen cubano, residentes en esa ciudad intercambiaron opiniones sobre un asunto que anda rondando por los predios de Washington y es acerca de una posible “flexibilización” de los viajes a Cuba de estadounidenses. Veamos que dicen ellos sobre el tema.
Última decisión de la Administración de Washington
Diálogo Abierto, 18 de Agosto del 2010
Por Lorenzo Gonzalo
En el segmento Diálogo Abierto, conversaron Max Lesnik y Lorenzo Gonzalo, director y sub director
respectivamente de dicho programa sobre las nuevas medidas que la Administración Obama planea
poner en vigencia en los próximos días.
Dichas medidas consisten en una flexibización de los permisos de viaje para aquellas personas
interesadas en compartir conocimientos académicos, realizar investigaciones, desarrollar actividades deportivas o culturales de diferente tipo y coadyuvar en general, a impulsar aquellas
actividades que garanticen un intercambio entre los sectores no gubernamentales de Cuba y Estados
Unidos.
La noticia ha provocado reacción en los medios de la derecha fanática cubana de Miami. Con esa
tendencia a disfrazar las informaciones y especialmente a ocultar la realidad cubana, han
intentando presentar el hecho como una autorización para que los estadounidenses puedan visitar
la Isla.
En verdad el gobierno de Obama no ha introducido ningún nuevo ingrediente en las relaciones que
su país ha practicado en contra de Cuba, durante los últimos cincuenta años. Las nuevas medidas
no son tan nuevas.
Se trata del llamado Carril II de la Ley Torricelli, la cual fue diseñada y tuvo la aprobación
del Congreso, con el objetivo de favorecer la creación de un clima desfavorable al gobierno
cubano. La idea consiste en el establecimiento de intercambios con el dudoso propósito de que los
mismos ocasionarían en la población cubana, una reacción contraria al status quo existente en su
país, al calor de las informaciones que les llegarían por los nuevos emisarios.
Sin analizar las cuestiones relacionadas con dicha Ley y la fantasía y desinformación contenida
en ella, la verdad es que las nuevas medidas anunciadas no son otra cosa que el reestablecimiento
de regulaciones que fueron aprobadas en épocas del Presidente Clinton.
Las razones por las cuales esta derecha irracional de origen cubano, intenta crear un clima de
alarma alrededor del restablecimiento de viejas medidas, es porque estamos cerca de elecciones
para elegir a los Congresistas Federales.
Un nutrido grupo de cubanos de origen, que tienen la capacidad de votar en las elecciones,
pertenece a aquellos que llegaron en los orígenes de la Revolución Cubana y por ende rechazan,
como reacción refleja, aquellos asuntos que consideran un acercamiento con “los Castros”.
La conducta asumida por estas personas y la prensa que se hace eco de ella, es para confundir a
ese electorado, apelando a su beligerancia, sus penas y su oposición irracional al gobierno
cubano.
El argumento no tiene hoy vigencia entre los emigrados cubanos, porque mayoritariamente viajan a
Cuba y desean una solución pacífica y sin ingerencias, de la problemática de su país. Sin embargo
aún no existe una conciencia plena en la mayoría de ellos de la necesidad de hacerse ciudadanos y
eliminar del panorama político de Miami, la presencia de gente que se han enriquecido o vivido
muy bien con el cuento del “anti castrismo”.
A esto se suma el hecho de que la Administración aprueba presupuestos todos los años, por valor
de cuarenta y cincuenta millones de dólares, para “democratizar a Cuba”. Estos dineros van al
bolsillo de los fanáticos que defienden la política del NO DIÁLOGO y persisten en la
confrontación, la guerra y el terrorismo.