Friday, May 01, 2009

Carlos Muñiz Varela:Asesinato impune




Todavía era temprano, algo más de las cinco de la tarde, aquel sábado cuando Carlos Muñiz Varela se dirigía a visitar a su madre. Enfilaba su auto por la calle California de la Urbanización Mallorca, en Guaynabo, en la capital boricua. De pronto otro automóvil, primero, lo choca por detrás y luego se le apareó comenzando a dispararle en ráfaga. Aquel 28 de abril se detuvo para el joven de 26 años. Una bala perforó su frente. Las heridas eran tan graves que cuando llegó al hospital ya estaba clínicamente muerto. Corría el año 1979.


Carlos emigró a Puerto Rico con menos de 10 años junto a su hermana y su mama en 1962. Fue creciendo y en borinquen comenzó a mirar a Cuba, la isla donde un día nació. También se acercó al sentimiento independentista del lugar que lo contempló crecer.

Lejos estaba entonces de imaginarse que tiempo después, esa actitud hacia su tierra natal sería el detonantes para perpetrar su asesinato a manos de esbirros, contratados por elementos terroristas anticubanos, hostiles a cualquier paso que favoreciera la reunificación familiar y la comprensión y el entendimiento entre su patria y la comunidad cubana residente en el exterior.

Este salvaje homicidio fue parte de una campaña sistemática contra personas e instituciones asociadas con la política de relaciones pacificas con Cuba, sin embargo, los verdugos de Carlos Muñiz no pudieron impedir el aumento del intercambio entre la emigración, sus orígenes y el pueblo cubano.

Han pasado 30 años de aquel siniestro crimen, pese a la denuncia y reiteración de parientes, compañeros, organismos progresistas y humanitarios, no han llevado a las cortes a ninguno de los culpables. Sus asesinos, siguen impunes por las calles.

¿Hasta cuando habrá que esperar por justicia?